El legado que sufrimos, el legado que gozamos

Situado ante la adversidad que no avisó, contempla con tristeza el dulce néctar que el día de ayer probó.

Cuando hay un reconocimiento de la realidad que vivimos y una asunción de la responsabilidad que corresponde, ya sea como sujeto o como sociedad, es imperativo hacer un análisis de aquello que nos precede.

Sin embargo, el recuerdo de aquel grito le acusa ante el tribunal, porque no pudo ni podrá cubrir los gastos.

Concientizar el pasado no solo nos habilita para comprender los retos a los que nos enfrentamos, sino que también permite ver alternativas de resolución, pues el entendimiento del desarrollo y la constitución de aquello que heredamos deja entrever las causas que establecieron los paradigmas que guían la práctica que nos sitúa y perpetúa nuestro presente.

La burla que de su boca salía regresó en forma de ave carnívora, y se lamenta de lo que no podía.

Olvidar el ejemplo, independientemente de cómo se juzgue, nos pone en riesgo de actuar de forma irreflexiva o de establecer objetivos inadecuados. ¿Cómo podemos saber a dónde hay que ir si no conocemos los caminos que ya se han transitado? Saber a dónde lleva un camino nos brinda herramientas a las cuales recurrir en caso de ser necesario.

Pero en el agua encontró una respuesta, se levantó una luz que susurra esperanza y realidad.

Poner a prueba el conocimiento del pasado enseña a través de la vivencia lo que las ideas representan, impregnando la esencia de la persona o de la sociedad de forma significativa. Representa la construcción del saber, del camino y de la identidad.

Un sonido dispersó la fragancia que ahora abraza el lugar, el atavio de pureza se posó sobre su cama.

El saber real de un legado es un cimiento seguro sobre el cual tomar decisiones, construir sobre un legado dispersa la neblina que impide ver la lejanía, apropiarse de un legado esclarece las ideas, las perfecciona y les da vida.

El dolor de las llagas le hace dudar, el color del cielo parece cambiar.

La transformación es un dependiente multifactorial, la desvalorización de cualquier factor podría ofuscar un plan, o bien, promover cambios desestabilizadores que pongan en riesgo el legado.

Un paso es necesario, un paso le hará caer, un paso le hará crecer.

La ignorancia, lo absoluto y lo perpetuo son ingredientes de un legado doloroso, el legado que sufrimos. La conciencia, lo diverso y lo flexible son ingredientes de un legado enriquecido, el legado que gozamos.

Reflexión y valorización.

Cuando fue alumno, se hizo maestro.

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